Ser proactivo
¿Te has sentido alguna vez parte de la rueda de la vida girando sin saber muy bien a donde y a toda velocidad sin ningún control, viendo como pasan los días recibiendo lo mejor posible el roce y las heridas del cemento al rodar, sin poder parar y sin esperanzas de cambio? Yo sí.
Me he encontrado sumergida en ese ciclo actuando de manera automática e inconsciente día tras día. Movida por la inercia, dejando que otros me controlasen, sin nada que perder, sin sueños que alcanzar, totalmente catatónica.
¡Hasta que un 04 de mayo todo cambio!
Mi prima me hacia una llamada a mitad de la noche con la peor de las noticias, mi hermano menor se había suicidado, solo tenía 25 años. ¿Sabias que el suicidio es la segunda causa de muerte en el mundo entre jóvenes de 15 a 29 años?
Salí violentamente de la rueda en la que me encontraba, pare y todo se puso en pausa.
Después de un largo viaje de España a Venezuela y un día entero en la funeraria necesite ir al baño para lavarme la cara y alejarme del bullicio, no hacía más que preguntarme el porqué. Seguía sin entender, no dejo nota así que mi mente no dejaba de buscar las razones.
Volví atrás en mis recuerdos hasta su encuentro, pero ahora y en tercera persona lo vi realmente. Vi su mirada, estaba apagada, escuché realmente sus palabras, su desilusión, su falta de esperanza, no podía controlar la situación país que vivía, no podía económicamente solventar sus necesidades vitales, su pareja lo culpaba de todo, en definitiva, había perdido las fuerzas de luchar y salirse de la rueda. Se sentía indefenso frente al entorno y no me di cuenta. Percate que en ese recuerdo mi maravilloso hermano se veía justo como el reflejo que estaba viendo de mí en el espejo al retocarme ese día, vivíamos dormidos, pero con los ojos abiertos.
Nuestro ritmo de vida, nuestras altas expectativas, la competencia desmedida de sobrevivencia en la que nos encontramos y el poder que les dejamos ejercer a los demás sobre nosotros mismos en el ámbito personal, social, laboral y emocional es alarmante y nos está afectando ya no solo como personas sino como sociedad. Dejamos que otros establezcan las reglas de juego y las cartas con las que jugamos. Nos convertimos paulatina e inconscientemente en víctimas del sistema, de los acontecimientos, de la situación y desde esta perspectiva reactiva poco podemos hacer para cambiarlo.
Vivimos en una matrix, en donde algunos como NEO ven las cosas con claridad dominando el juego, mientras que otros en cambio, necesitan estar al borde del abismo, sentir su vida en riesgo o pasar por una experiencia tan fuerte como la que pase yo para quitarse la venda de los ojos y reencontrarse con lo realmente importante: vivir.
Necesitamos entender el concepto real del tiempo, valorarlo, decidir tomar las riendas de nuestras vidas y aprovecharlo al máximo. Descubrir que hay otras salidas al suicidio o al de vivir en la rueda, comprender que todo puede cambiar para ser justo lo que quieren que sea, justo como sueñan que sea y que eso depende solo de nosotros mismos.
Dejar de ser reactivos y actuar proactivamente no es fácil lo sé, lo demuestran las estadísticas anteriores. Llevo todo el año intentándolo por mi, por los que me quedan, luchando con lo que yo creo que fue el verdugo de mi hermano, La decidia. Puedo afirmarles que ahora, por primera vez veo destellos de luz al final del túnel y me siento intrigada a caminar hacia ellos.
Si quieres acompañarme en el camino o te sientes identificada(o) con esta sensación aquí te dejo algunas de las recomendaciones que estoy aplicando:
Cambia tu posición ante la vida: no seas víctima, conviértete en agente de cambio. Las personas proactivas toman decisiones en base a valores, piensan antes de actuar y entienden que no pueden controlar todo lo que les sucede, pero si pueden controlar la reacción y actitud con la que las enfrentan. Se concentran en las que cosas en las que pueden hacer algo y no se preocupan por aquello donde no tienen ningún control.
Escribe notas de acuerdo a tu situacion, por ejemplo con la siguiente afirmación "no permitiré que.....(decida como me sienta)(que hacer)(cuando callar)(me juzgue) .... pegalo en tu espejo o agenda y consúltala con frecuencia.
Cambia tu lenguaje: Verbos como: lo intentare, así soy, nada puedo hacer, tengo que hacerlo, no puedo, me arruinaste el día, debes eliminarlos y cambiarlos por un lenguaje proactivo donde el único responsable sea el propio hablante. Usa verbos como: lo haré, puedo mejorar, examinemos nuestras opciones, lo elegí, debe haber una solución, no permitiré que tu mal estado de ánimo me contagie, etc. ¡Estos son los que deben primar!
Invierte en tu capacidad de tomar mejores decisiones: Practica, toma un espacio para analizar tus opciones antes de actuar ante un estímulo. Normalmente entre el hecho y la reacción hay un espacio en el que tú tienes la libertad de elegir como hacerlo, imagina acciones ve los resultados posibles y opta por la que consideres te deja el mayor beneficio. Las primeras veces costara, pero con la práctica lo harás en segundos.
Por ejemplo, hace un mes me encontré en una situación realmente visceral y sentí que no podía tomar una decisión acertada (como cuando eres objeto de una agresión verbal directa y abusiva) si te encuentras en esa situación: cierra los ojos, respira, piensa en la última vez que actuaste de manera reactiva y cuáles fueron sus consecuencias, luego imagina como podrías actuar proactivamente, abre los ojos y hazlo.
Usar la imaginación y la visualización de las posibilidades, mejora las habilidades de ser consciente de tus elecciones y asumir con responsabilidad sus consecuencias. Incluso podría salvarte la vida (si, en el caso anterior respondes con el mismo tono podrías ser agredida físicamente en una relación de abuso poniendo en riesgo tu seguridad) (mi hermano si hubiera tomado ese minuto quizás no lo habría hecho ) NO ACTÚES IMPULSIVAMENTE.
Invierte en tu desarrollo personal: Realiza talleres de crecimiento personal, asiste a foros, conferencias. Estos talleres te ayudaran a conocerte (saber cuáles son tus límites, defectos y habilidades), a tener fe en ti misma para quitar barreras en tu camino, a encontrar siempre la manera de hacer que las cosas sucedan. ENTRENA TUS EMOCIONES, APRENDE A GESTIONARLAS.
Cada día tenemos la posibilidad de escoger como enfrentamos a la vida, siendo proactivos o reactivos, hay momentos para optar por una u otra postura pero lo que nos mantendrá fuera de la rueda de la decidia y la infelicidad es encontrar el equilibrio entre ellas, tomando siempre el control consciente de nuestra elección.
Yo he decidido "agarrar el toro por los cachos" y ustedes chicos ¿están en el asiento del conductor o en del pasajero?
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