Fases de adaptación al emigrar
Antes de emigrar nadie te dice que sentimientos vas a experimentar, entonces, ¿como estar preparada para lo que viene?.
Tienes quizás una vida, cómoda y estable, con una familia enorme, cariñosa y probablemente estas pensando en salir de tu país para estudiar, crecer profesionalmente, conquistar nuevos horizontes, alcanzar nuevas metas, bienestar, posibilidades de crecimiento y superación.
Colocas las cosas en una balanza y decides emigrar.
Llegas a tu lugar de destino y comienzas a comparar todo a tu alrededor, la casa, las calles, los centros comerciales, la dinámica, el clima. Al principio es como una Luna de Miel todo es diferente y maravilloso.
Después de 1 año las cosas empiezan a cambiar, sientes Nostalgia de los colores propios de tu país, de tu acento, tu comida, de la familia que visitabas a menudo en tu país y que cada vez esta más distanciada por la diferencia horaria.
Si no eres transferido profesionalmente o viajas para estudiar en una universidad con ingreso previo, tu destino puede ser incierto. No puedes trabajar hasta tener la licencia o permiso laboral, tu vida se coloca en stop, pasas casi todo el día solo, sin amigos con quien hablar o salir de compras, empiezas a sentirte quizás un poco infructífero, frustrado y te preguntas y ahora ¿que hago? Te das cuenta que ya no eres turista sino local y afrontas la realidad del Cambio.
Fase en la que aceptamos, que lo pasado, pasó y debemos estar abiertos a lo que vendrá.
Cuando aceptas el cambio, entras a la fase de Integración o aclimatamiento, comienzas a moverte, buscas oportunidades, piensas en crear un negocio, agilizas tu documentación para ser activo en el país, haces planes para comprar tu vivienda, o estudiar, empiezas a conocer donde encontrar las ofertas del día y como llegar en autobús o en carro a tu lugar del destino, conoces las costumbres, comidas y hábitos de los locales, vas al gimnasio, conoces personas, tus hijos utilizan palabras como "VALE", "¿QUE PASA TIO?" "A POR ELLO" "¿PUEDES VENIR A POR MI?" y sin casi darte cuenta llegas a la feliz etapa de la Nueva vida.
No es que ya olvidaste tu tierra, es que ya sabes como llevarla adentro y vivir en paz en la nueva. Es la etapa donde estas pagando el crédito de tu nuevo hogar, carro o negocio. Donde quizás ya tienes un trabajo que te llene, tus hijos apoyan los equipos locales de fútbol, (el Real y el Atlético de Madrid o en su defecto el París Saint Germain) marcan correctamente la "s, c y z" al hablar y en algunos casos hasta te corrigen en las conjugaciones.
La adaptación del emigrante, es un proceso natural, solo hay que conocerlo para ser capaces de manejarlo más fácilmente y sobrellevarlo. Son solo etapas que pasan rápidamente, así que cuando sientas que ya no puedes mas, recuerda cuales son tus motivos, tus metas, y el porque estas aquí, dale tiempo al tiempo y no decaigas, que según dice mi madre : "EL QUE PERSEVERA VENCE".
En resumen: no permitas que las emociones te sobrepasen, prepárate al cambio, anticipate a él y mantente en movimiento. Es normal perderse, sentirse solo, en un país distinto, pero al final cuando pierdes el miedo a lo nuevo, te desprendes del pasado y te adaptas al presente, consigues lo que buscas y lo puedes disfrutar sin remordimientos. Pero no olvides que puedes adaptarte aun llevando contigo siempre a tu país, bien cerquita del corazón, grabado en la piel y en el sentimiento, sin negar tus raíces, ni perder tu identidad.
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