XENOFOBIA ahora ¿hacia los venezolanos?

Hoy escribo mi postura sobre un tema que me preocupa y altera últimamente como venezolana y como un ser más del mundo:

Cuando nos daremos cuenta que todos somos iguales y el mundo es de todos?

Lo que hagamos en la China tiene consecuencias en Estados Unidos, no podemos suponer que la contaminación, por ejemplo, se mantendrá solo en un sector o que al explotar un bomba atómica así sea en el fondo del mar, no contamine las playas, mueva las placas tectónicas o afecte los animales marinos del mundo entero.

Todos debemos cuidar el planeta, todos somos responsables de él y las consecuencias de lo que le hagamos, TODOS las vamos a padecer.

Tampoco podemos suponer que las personas viven o vivirán siempre presas dentro de un límite geográfico.

En la actualidad vivimos, estudiamos, trabajamos, envejecemos en distintas partes, somos personas que convivimos en un mundo globalizado, somos la nueva generación, entonces ¿porque si peleamos por la igualdad de género, de derechos, de libertades, seguimos excluyéndonos del cambio? ¿porque seguimos ofendiéndonos por nuestros países de procedencia o características físicas?

La vida es cíclica los que salen vuelven, lo que sube baja, los que tienen pueden perder y los que pierden pueden ganar.

Viajar, conocer, no solo me ha enseñado la riqueza de cada cultura sino la riqueza de su gente. Viajar nos educa en valores: Aprendemos a ser agradecidos, solidarios, tolerantes, empaticos. Nos ayuda a ver y entender que todos somos iguales, somos lo mismo y que son muchas más las cosas que nos unen que las que nos separa.

Siempre abogó por la convivencia porque en esta balsa (el mundo) estamos todos y todos debemos remar por igual si queremos llegar algún lugar.

Por lo que, cuando hablo de la emigración la comparo con la siguiente analogía: un buen anfitrión es aquel que hace que sus invitados se sientan a gusto, como en casa y un buen invitado no debe olvidar que esta en casa ajena por lo que hay que ser educado, cuidar el lugar en donde está y respetar las normas de la fiesta, ambas partes son fundamentales para pasar un buen rato y si alguna se sale de los límites siempre se puede llamar a las fuerzas del orden para hacer respetar el bien común.

La vida es cíclica un día seremos anfitrión, otro el invitado y viceversa. El karma siempre se devuelve, hagamos entonces que sea de la buena.

Recuerden: Lo único que nos impide vivir en armonía, es la falta de respeto y la incomprensión, es por esto que me despido con unas frase de mi pueblo "hagan bien y no miren a quien"

Saludos, nos vemos en la web.